En silencio, la nocturna oscuridad se apodera de todo. Una calle vacía, la luz de una farola da un poco de calidez a una fría noche invernal. Sólo se oye al fondo unas cuantas voces y el maullar de un gato callejero, que salido de quién sabe dónde aparece delante de mi. Se para un instante, me mira como estudiando cual va a ser mi movimiento y, aburrido, vuelve a su camino sabedor de que no hay que temer a alguien que tiene una cámara en la mano.
Seguí también yo mi camino recordando los acordes de una canción que hacía mucho tiempo que tenía olvidada y que hasta esa noche no tuvo mucho sentido para mi: The year of the cat. Aún hoy, trazos de esa canción se cuelan en mis pensamientos y creo que le añaden alma a esta foto...
Espero que os guste tanto como a mi...
No hay comentarios:
Publicar un comentario