El largo camino hacia la vida diaria es en blanco y negro

El largo camino hacia la vida diaria es en blanco y negro... Pasamos diariamente por tormentas, momentos despejados (como los cielos), nublados, claros, oscuros, como un blanco y negro. Pero después de las tormentas siempre llega la calma.

Mi tío Baltasar.

Mi tío Baltasar no ha tenido una vida fácil, igual que mi padre, pero con resultados diferentes, y eso se nota en las arrugas de su piel oscurecida por las inclemencias del tiempo, en su mirada viva pero apagada y en su andar con la cabeza gacha pero orgullosa.

Ha vivido en la calle, mucho tiempo, haciendo la vida que el quiso vivir, con poca compañía, un poco de cariño, un bocadillo. una televisión que mirar y un transistor que escuchar, y mala gente a su alrededor. Pero desde hace unos años vive bajo techo, sin esa libertad que tanto ha echado de menos pero que ahora le da seguridad, calor humano, comida caliente todos los días y unos cigarrillos que fumar a diario.

En estas fechas nos acordamos de los que no están, de los que lo están pasando mal... y yo no me olvido de mi tío Baltasar que aún estando cerca, le veía lejos, pero siempre le he tenido en mi recuerdo.

Paseando por Talavera: Fuente de la Plaza del Pan

En la plaza del Pan están ubicados el Ayuntamiento, Santa María la Mayor (la colegial), el Palacio Arzobispal, entre otros. Esta hermosa plaza está ensolada con baldosas blancas y negras y sus bancos están adornados con cerámica talaverana, cada uno es diferente. También está esta fuente, con adornos de cerámica, que le da aún más vida al lugar.

La foto es una larga exposición de 45 segs, en los cuales la mujer que aparece en la foto no se movió...

La historia de una pelota de beisbol

Esta pelota de beisbol no es cualquier pelota. Esta pelota jugó una final, jugó la final de la copa de España hace mucho tiempo, en 1970, en Vigo y esa final la jugó mi padre.

Tengo consciencia de ella desde muy pequeño y aún recuerdo su historia, una de las pocas que mi padre me ha contado de su duro pasado... y cuando me independicé me la llevé conmigo, para llevarme un poquito de mi padre.

Hoy es el cumpleaños de mi padre y desde aqui quiero hacerle este pequeño homenaje: Felicidades papá.

No tengo palabras...

Todos nos hemos quedado sin palabras alguna vez en determinadas situaciones y momentos. Esta vieja máquina de escribir un día se quedó sin palabras, la dejaron sin palabras y ya nunca volverá a recuperarlas, nadie se las devolverá, eso sí, su belleza, su antígua belleza permanecerá en el tiempo.

Esos viejos libros olvidados.

Con la llegada de la era digital han aparecido los libros electrónicos, también se pueden leer desde las tablets, el ordenador personal, portátiles e incluso desde el teléfono móvil.

Quizás con el tiempo los libros en papel algún día desaparezcan y con ellos, el encanto de entrar en una librería con su gente ojeando libros, ese olor a papel que les da un ambiente casi místico... y esas tardes de otoño-invierno calentitos en casa, tomando una bebida calentita y acompañados de las aventuras, conocimiento y sabiduría que los libros de papel nos brindan con su calidez especial.

Donde habita el olvido.

En un pueblo abandonado, una casa en ruinas, una habitación desolada, es uno de los lugares donde habita el olvido, como diría el gran Sabina.